domingo, 26 de octubre de 2014

INFORME SOBRE LA LEY AGRARIA DE JOVELLANOS

Cultivar la tierra dista mucho todavía de la perfección a que puede ser tan fácilmente conducida. ¿Qué nación hay que, para afrenta de su sabiduría y opulencia, y en medio de lo que han adelantado las artes de lujo y placer, no presente muchos testimonios del atraso de una profesión tan esencial y necesaria? ¿Qué nación hay que no tenga mucho que mejorar en los instrumentos, mucho que adelantar en los métodos, mucho que corregir en las labores y operaciones rústicas de su cultivo? En una palabra, ¿qué nación hay que en la primera de las artes no sea la más atrasada de todas? (…)

 INFORME SOBRE LA LEY AGRARIA DE JOVELLANOS. 1795. 

 1. Este texto corresponde a un documento redactado por Jovellanos a finales del siglo XVIII, ya en el reinado de Carlos IV, y más concretamente podemos decir que fue presentado por primera vez en 1794 en una conferencia del autor y publicado o impreso en el año 1795. Es un texto de fuente primaria y de temática económica. La Sociedad Económica de Amigos del País de Madrid, le encarga a Jovellanos la elaboración de este informe, que recoge toda la problemática de la tierra en España y sus propuestas de reforma. Por lo tanto, hay que enmarcarlo históricamente a finales del Antiguo Régimen y geográficamente en el Reino de España.
 Gaspar Melchor de Jovellanos nació en Gijón en 1744 y murió en 1811, y pertenecía a una familia noble que poseía un pequeñomayorazgo,por lo que pertenecía al estamento privilegiado. Estudio Filosofía en Oviedo, donde se familiarizó con las ideas ilustradas del padre Feijoo. En 1768, Carlos III, le nombra Alcalde del Crimen de la Audiencia de Sevilla, dónde coincide con el ilustrado Olavide, hasta 1778 en que se le nombra Alcalde de Madrid, donde pasa a formar parte del circulo de Ilustrados que rodeaban a Carlos III (Floridablanca, Campomanes, etc.). Pertenecióa varias d ellas Academia creadas en el siglo XVIII y a la Sociedad de Amigos del País de Madrid. Al morir Carlos III pierde parte de su poder e influencia y se dedica a redactar muchos de sus escritos, entre los que se encuentra éste, hasta que en 1797, Godoy, le nombra Ministro de Gracia y Justicia, pero en 1799 cae en desgracia por sus ideas reformistas sobre agricultura, justicia, educación, y acaba en prisión y desterrado por sus ataques a la Inquisición. En 1808, durante el Motín de Aranjuez, es liberado, y pasa a integrarse en el grupo de personajes que combaten contra los invasores franceses, formando parte activa de la Junta Suprema Central, de las Cortes de Cádiz, hasta su muerte en 1811. Inicialmente, el destinatario de este texto es la Sociedad de Amigos del País, por lo tanto un destinatario público, y desde 1795 que se publica, el destinatario es todo el que quiera leer este escrito.

 2. Jovellanos expone en este fragmento los males que presenta la agricultura no solo en España sino en otros muchos países. Defiende la necesidad de reformar la agricultura sobre todo en lo relativo a las técnicas y sistemas de cultivo, que están muy atrasadas. Y critica la dedicación que todas las naciones han realizado sobre las actividades manufactureras, que para Jovellanos son más secundarias que las propias del sector primario.

 3. La importancia de la agricultura como impulsora de la riqueza de la nación se encuentra en la doctrina económica “fisiocrática” que desde Francia había desplazado al “mercantilismo” que defendía más la actividad comercial. La posición crítica de Jovellanos, no es nueva, ya en el siglo XVII, los arbitristas habían llamado la atención sobre los males de la agricultura y lo urgente de su reforma. Por tanto, Jovellanos como principal ilustrado español del siglo XVIII recoje esta herencia planteando en este escrito la necesidad de reforma agraria como medio de conseguir la felicidad y bienestar de los súbditos del rey. Para él la agricultura es la principal actividad económica de un país y fuente de toda prosperidad, por delante de cualquier otro sector económico (artesanía, manufacturas, comercio). Por consiguiente, Jovellanos actúa como lo que era, un ilustrado y un pensador fisiocrático. Las propuestas de Jovellanos hubiesen permitido mejorar la explotación agrícola, aumentando la producción y productividad, pero en esos momentos se trataba de medidas casi revolucionarias que políticamente no salieron adelante y que mantuvieron esa actividad económica atrasada e ineficaz.

 4. En la España de Carlos III, los Ilustrados, el Rey muchos de sus ministros ilustrados, toman conciencia de la necesidad de reformar y modernizar la actividad agrícola y ganadera, ya que son conscientes que la mayoría de la población y los principales ingresos proceden de la explotación de la tierra. Los intentos de reforma chocarán, desde Esquilache, con la oposición de los grupos privilegiados (Iglesia y nobleza), ya que muchas de las propuestas reformistas, inspiradas en el pensamiento ilustrado y en la doctrina económica fisiocrática, incluían impuestos únicos y comunes a todos los súbditos (también nobleza y clero), la desamortización de las tierras de instituciones eclesiásticas y municipales, la disolución de mayorazgos nobiliarios, el reparto de tierras entre las clases pobres agrícolas o el arrendamiento de esas tierras, etc. Sólo algunas medidas, como el reparto de tierras en algunas zonas de Extremadura y el impulso de las colonizaciones agrícolas en Andalucía, por personajes como Aranda y Olavide, acabaron realizándose, mientras que la primera desamortización tuvo que esperar al reinado de Carlos IV, y la reforma burguesa de la propiedad de la tierra se demoró hasta bien entrado el siglo XIX.

martes, 16 de septiembre de 2014

Comentario fotografía Sección Femenina


Miembros de la Sección femenina de Falange Española junto con Pilar Primo de Rivera, 1950

1. Nos encontramos ante un documento iconográfico consistente en una fotografía en blanco y negro fechada en 1950. Es una fuente primaria de temática ideológica. Su finalidad es hacer propaganda de la actividad que la Sección Femenina hacía por diferentes lugares del país. Y también ensalzar a su líder Pilar Primo de Rivera. No conocemos el autor ni el medio en que se publicó. 
2. Aparecen en la fotografía un grupo de mujeres en varias filas apretadas. Casi todas llevan el uniforme de Falange consistente en falda y camisa azules y gorra seguramente azul o roja. En la camisa se adivina el yugo y las flechas propios del fascismo español. Las mujeres van cogidas del brazo, lo que demuestra una gran camaradería entre ellas, sentimiento fraternal favorecido por el partido. En primera fila y con un bolso en el brazo aparece la fundadora de la Sección Femenina Pilar Primo de Rivera, hermana de José Antonio, líder fascista español. Parece que la fotografía está tomada en un pueblo por el que se desplazan sonrientes y alegres las mujeres falangistas. Detrás se vislumbran 2 estandartes o banderas que seguramente representan los símbolos de la Sección Femenina y de Falange Española.
3. La Sección Femenina fue fundada por Pilar Primo de Rivera en 1934 como rama femenina de Falange. Tuvo su mayor desarrollo a partir de 1939, cuando se convierte de una sección de un partido en un órgano burocrático del Estado franquista.  Éste le encarga el deber de formar y educar en los principios del régimen a las mujeres españolas. La ideología que transmitirá esta organización será de sumisión al varón y sacrificio a la familia por parte de la mujer. Ellas son consideradas como el pilar fundamental de la familia y de los valores tradicionales. Se les adoctrina en la religión católica y se promueve en ellas el ser madres y esposas sumisas. Se les considera como menores de edad siempre dependientes de un varón (primero del padre y después del marido). 
A partir de 1940 se instaura en el país el Servicio Social obligatorio para todas las mujeres entre 17-35 años, de una duración mínima de 6 meses, encargándose a la Sección Femenina su control y organización. Este Servicio consistía en la prestación gratuita por parte de las mujeres de auxilio social en comedores públicos, hospitales, organizaciones caritativas, etc. 
También se le encomienda a la organización femenina el control de la educación primaria femenina y del cuerpo de maestras, a las que se obligará a pertenecer.
A comienzos de los años 50 el programa de la Sección Femenina se extenderá por el ámbito rural por ser el lugar más idóneo para promover el modelo de mujer sacrificada y obediente.
Finalmente tras la muerte del dictador, en 1977 la organización falangista se disolverá desapareciendo definitivamente.
4. La fotografía está tomada en 1950. Son los años de la construcción del régimen fascista, primera etapa del franquismo. Se corresponde con el período de predominio del falangismo como ideología estatal y de sus organizaciones políticas (Falange y Sección Femenina) como pilares del régimen. Son los duros años de posguerra, con la persecución política de los republicanos, el hambre y la pobreza, las cartillas de racionamiento y la extensión del mercado negro y el estraperlismo. Del fracaso de la política económica autárquica que nos impedía abastecernos en el exterior de productos y materias primas básicas de los que carecíamos, y del aislamiento internacional motivado por nuestro alineamiento con las potencias que perdieron  la Segunda Guerra Mundial. 
En este período el régimen se va construyendo institucionalmente a través de la aprobación de las primeras leyes fundamentales del Movimiento que dotarán al país de una organización política que el dictador denominará como Democracia orgánica, para marcar diferencias con las democracias liberales que el régimen deploraba. 



miércoles, 14 de mayo de 2014

El autobús blindado que luchó en la Guerra del Rif.



El autobús blindado español que luchó en Marruecos.

En una época en la que carros de combate como los «Leopardo» atraviesan las mesetas a golpe de cañonazo, se hace extraño recordar aquellos años en que los medios acorazados comenzaban a rodar por primera vez. Sin embargo, gracias a automóviles pioneros como el «Schneider-Brillié», el primer vehículo blindado que adquirió el Ejército Español en 1909 para combatir en la Guerra de Melilla, hoy nuestro país dispone de unas unidades mecanizadas envidiables. Tosco, lento, y basado en el chasis de un autobús parisino, este transporte de tropas protegido sentó precedente al enfrentarse a cientos de fusiles marroquíes.
Corrían por entonces malos tiempos para España en el norte de África. Y es que, la comunidad internacional había cedido a nuestro país un pequeño territorio en el Rif que, más que un regalo, era una bomba lista para estallar de la forma más estrepitosa posible. ¿La razón? Los constantes ataques protagonizados por grupos de indígenas armados a las tropas y trabajadores hispanos ubicados en la zona (siendo muy cruentos, en principio, en los alrededores de Melilla).
«España consiguió la cesión del territorio gracias a las presiones de Inglaterra a Francia. La rivalidad colonial entre estas potencias europeas terminaría cuando ambas comprendieron que, en vez de pelearse, sería más provechoso un reparto de zonas de influencia, particularmente en África. Así, en virtud del acuerdo franco-británico de abril de 1904, Francia dejaba a Inglaterra las manos libres en Egipto, a cambio de que ésta se las dejara libres en Marruecos», determina en declaraciones a ABC María Rosa de Madariaga, autora, entre otras obras, de «En el Barranco del Lobo. Las guerras de Marruecos».
Sin embargo, este reparto dejó con mal sabor de boca a los pomposos lords ingleses, quienes, temerosos de los gabachos y su «Armée», decidieron enarbolar nuestra rojigualda en su propio beneficio. «No deseando Inglaterra que del otro lado del Estrecho se estableciera una gran potencia como Francia, hizo valer ante esta última los “derechos históricos” de España en el Norte de Marruecos para que le cediera la franja septentrional del territorio», finaliza la escritora.
El ataque que provocó la guerra
Algún tiempo después de la interesada cesión, la situación terminó de tensarse cuando, el 9 de julio de 1909, un grupo de rifeños de la cabila –tribu- de Beni Bu Ifrur atacó, fusil en mano, a unos operarios españoles que estaban construyendo un ferrocarril minero en las afueras de Melilla. Tras el asalto, el alto mando dio la orden de comenzar las hostilidades contra los poblados enemigos; había comenzado la guerra.
La guerra en Melilla exigía el uso de nuevas armasAsí contó ABC, en base a las declaraciones de los trabajadores supervivientes, aquel suceso: «Bruscamente sonó una descarga cerrada y tres obreros españoles cayeron al suelo. Los demás suspendieron el trabajo, alzaron la cabeza y, como a unos cien metros de distancia, vieron un grupo de 400 moros de a pie y 30 jinetes que hacían fuego sobre los españoles. Los trabajadores moros salieron a todo correr hacia el campo. Lo mismo hicieron los guardias indígenas al servicio de la Compañía española, y lo mismo tuvieron que hacer los españoles. Los moros seguían haciendo fuego sobre los fugitivos (…). Los españoles (…) consiguieron tomar una locomotora de la Compañía francesa y llegar al campamento».
El rastreo del mercado
Con los rifeños tirando a dar contra las tropas y los operarios hispanos, se hizo necesario hacer acopio de todo el material y recursos existentes para plantar cara al enemigo con algo más que fusilazos y machetazos. A su vez, se inició un rastreo del mercado armamentístico internacional en un intento de hacer llegar hasta Melilla una tecnología que diera a los militares españoles la mayor ventaja posible frente a los lugareños.
Buscando, en 1909 la Comisión de Experiencias de Artillería –el organismo encargado de adquirir material pesado para el ejército de nuestro país- se hizo eco de una serie de novedosos automóviles cuyo desarrollo había comenzado hace pocos años: los vehículos blindados. La idea de estos artilugios era sencilla: coger un transporte y forrarlo de chapa hasta la extenuación para que los disparos enemigos no hirieran a la tripulación que viajaba en su interior.
«Los vehículos acorazados realizaron su aparición en Europa de la mano del SXX, y en este sentido el Ejército Español prestó atención a esta novedad desde sus comienzos. (…) La Comisión de Experiencias de Artillería, a la vista de la situación existente en el teatro de operaciones marroquí, redactó en 1909 la memoria “Modelos de automóviles blindados propios para la campaña de Melilla”», afirman Francisco Marín y José María Mata en su obra «Los medios blindados de ruedas en España».
El «Schneider», encargado
Decididos a soltar los duros por estos ingenios mecánicos, la Comisión se dedicó ese mismo año a recabar información sobre los diferentes modelos de vehículos blindados existentes en el mercado. Así pues, se fijaron exhaustivamente en los diseños ofrecidos por las empresas Armstrong-Withworth, Hotchkiss, Maudslay, RMM, SAG, Thornycroft y Scheider. Concretamente, España buscaba dos modelos diferentes: uno que pudiera portar una ametralladora y otro que sirviera para transportar a las tropas en campaña.
Aunque finalmente se desechó la idea de adquirir un vehículo autoametrallador, la proposición de comprar un transporte blindado sí gustó a la Comisión que, tras las deliberaciones iniciales, seleccionó como modelo idóneo el que ofrecía la casa francesa «Schneider et Compagnie». «El vehículo era el resultado de cubrir un chasis –utilizado en Francia para los autobuses de París- con una estructura blindada cubierta con viseras abatibles para realizar la observación y el tiro», afirman los mismos autores en otra de sus obras llamada «Atlas ilustrado de los vehículos blindados españoles».
Entre sus características principales, el denominado «Camión blindado Schneider-Brillié» contaba con unas dimensiones considerables (casi 6 metros de largo, 4 de alto y 2,25 de ancho); un peso de unos 6.000 kilogramos y una caja de cambios con tres marchas hacia delante y una hacia atrás. Su envergadura hacía que tuviera un centro de gravedad bastante alto, algo que aumentaba el riesgo de que volcase en batalla y quedase a merced de los rifeños. Sin embargo, parece que no llegó a darse nunca esa situación.
También contaba con unas ruedas fabricadas en madera y rematadas con unos neumáticos de goma (algo usual en la época). Era, a su vez, bastante lento, pues únicamente podía alcanzar los 18 kilómetros por hora (una velocidad que es hoy en día superada por cualquier ciclista urbano). Contaba, finalmente, con un blindaje total formado por chapas de acero de entre 5 y 6 milímetros de grosor que permitían resistir sin dificultades los balazos marroquíes.
Aceptable para una época en la que los carros de combate eran cosa de ciencia ficción (hubo que esperar hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial cinco años después para empezar a hablar de ellos), España encargó uno de estos vehículos blindados a la casa «Schneider». «El 6 de noviembre de 1909 se firmó la autorización por parte de SM el rey Alfonso XIII para adquirir el que sería el primer vehículo blindado del Ejército Español», destacan los expertos españoles en su obra. El coste sería de 33.000 francos (unas 27.000 pesetas de entonces)
El autocar blindado llega a España
Meses después (el 20 de junio de 1910) el «Schneider-Brillé» pisó España por primera vez, aunque con retraso. La excusa que dieron los galos al ejército de nuestro país, deseoso de recibir su nuevo «juguete», fue que habían encontrado varias dificultades a la hora de ensamblarlo debido a que era el primer modelo de esta clase que fabricaban. Con todo, entre «excusez-moi» y «pardon», el remodelado autobús llegó a Irún desafiante y dispuesto a enfrentarse hasta la extenuación a los rifeños.
El vehículo fue matriculado como «Artillería nº 15»Cinco días más tarde, fue trasladado a Carabanchel con la matrícula «Artillería nº 15». «Sería asignado a la Escuela de Automovilismo de Artillería que, junto a la Escuela de Mecánicos Automovilistas de Ingenieros, eran los únicos centros capaces de realizar las correspondientes tareas de mantenimiento tras haber sido los primeros en recibir los medios automóviles», completan Marín y Mata en «Los medios blindados de ruedas en España».
Una vez en la capital, nuestro protagonista llevó a cabo varios viajes de prueba entre Madrid y Segovia (llegando incluso a realizar trayectos campo a través). Además, en su nuevo hogar se le instalaron dos ametralladoras, pues los franceses lo habían entregado sin ningún armamento.
Actividad en Marruecos
Hechos los arreglos necesarios y preparados sus conductores, el «Schneider-Brillé» partió en 1912 hacia el norte de África dispuesto a insuflar pavor entre los lugareños. El 17 de enero llegó a su destino y, apenas tres jornadas después, participó para alegría de los soldados e n su primera misión: su traslado a Nador (una ciudad ubicada a 16 kilómetros de Melilla). En viajes posteriores demostró su utilidad ya que, además de actuar como transporte, los militares que viajaban en su interior podían repartir con sus fusiles cientos de balazos entre los nativos que trataran de asaltar el vehículo.
Desgraciadamente, las peripecias de este vehículo se perdieron parcialmente una vez que llegó a su campamento. «Escasean las referencias posteriores y lo poco que sabemos es que formó parte de una columna de vehículos del Servicio de Sanidad a los que prestaba seguridad y que, el mes de octubre, realizó un transporte de heridos. Sería empleado fundamentalmente en tareas de escolta de convoyes, vigilancia y aprovisionamiento de las posiciones avanzadas», añaden los expertos españoles.
Lo que sí se conoce es su efectividad, la cual provocó que España encargara en 1911 otro de estos autobuses blindados a la casa «Schneider». No obstante, también quedaron patentes sus limitaciones, entre las cuales se destacaba la imposibilidad de cargar en su parte trasera a los 14 tripulantes que estipulaban los planos debido a las altas temperaturas de Marruecos. Fuera como fuese, e independientemente de sus fallos, lo cierto es que este vehículo puso la primera piedra de lo que, hoy en día son los medios acorazados del Ejército Español.
Fuente: ABC                                                                                    M.P.V.

lunes, 28 de abril de 2014

Desactivan cinco granadas de la guerra civil en Granada

Los Tedax de la Guardia Civil desactivaron la pasada semana cinco granadas cargadas de explosivos de la Guerra Civil que se encontraban en el sótano de una nave del municipio de Churriana de la Vega. Los artefactos desactivados se encontraban junto a otras 29 granadas más que ya no tenían carga.
El hallazgo de los artefactos se descubrió casualmente después de que los bomberos acudieran a sofocar un incendio en un solar donde una quema de rastrojos se descontroló y se extendió a las proximidades de la nave. Cuando los bomberos se metieron en el sótano del habitáculo y vieron lo que había allí, contactaron rápidamente con la Guardia Civil para que acudiera al lugar para comprobar si las 34 granadas allí depositadas tenían o no carga.
LosTedax del instituto armado se llevaron las cinco granadas a una cantera y allí las explosionaron, pero advierten del riesgo que conlleva tener este tipo de artefactos en casa. «Mientras tengan carga son muy peligrosos, por eso es muy importante que se comunique a la Guardia Civil o a la Policía Nacional cuando se descubre alguno para desactivarlo.Mientras tengan carga son muy peligrosos, da igual los años que el artefacto tenga», comunica uno de los agentes de la Guardia Civil que acudió a desactivar estas granadas.
Los Gedex, o especialistas de la Guardia Civil en desactivación de explosivos, han registrado en estos primeros cuatro meses del año once incidencias en las que han tenido que explosionar 14 artefactos, todos de la Guerra Civil española.
Este grupo de especialistas en explosivos también desactivó una bomba de aviación de cincuenta kilos de carga que apareció el mes pasado en el término municipal de Los Gualchos-Castell de Ferro, junto a la carretera A-7. La bomba tenía unas dimensiones considerables que desaconsejaban moverla mucho, por lo cual se optó por desactivarla en el mismo lugar, aunque previamente se cavó un gran agujero en la tierra donde se introdujo la bomba antes de ser explosionada. Dicen los lugareños que la onda expansiva se notó en el municipio de Los Gualchos donde los cristales de algunas casas temblaron, pese a existir una distancia superior a los cinco kilómetros del lugar donde apareció la bomba. Lo curioso es que después de esta desactivación de bomba, han acudido a Los Gualchos otras tres veces tras aparecer artefactos de menor envergadura.

Desactivan cinco granadas de la Guerra Civil descubiertas junto a 29 más tras un incendio